Honor y
gloria al trabajador social, émulo de Cristo, el Maestro del amor y la verdad.
El día 6 de julio, sea de reflexión serena de la implicancia de la función de formar futuras generaciones, cultores de
la honestidad y el trabajo, críticos de la realidad que viven; ahora más que nunca en que el país se hunde en la corrupción, la violencia y el crimen en todas sus formas, cobra cabal vigencia lo
dicho por Gonzáles Prada: “El Perú es un
organismo enfermo donde se pone el dedo brota el pus”, si en ese entonces
brotaba, ahora chorrea. De otro lado, el reto que tenemos de superar el bajo
rendimiento de nuestros alumnos, calificados en el último lugar en el
mundo en matemáticas, ciencias y comprensión lectora, exigen un mayor esfuerzo
sin esperar la comprensión de la sociedad, el Estado o gobiernos de turno.
Recordemos
las expresiones de grandes educadores
como José Antonio Encinas: “El más alto
cargo que un ciudadano puede desempeñar en una democracia es el de maestro de escuela” o Domingo Faustino Sarmiento, al ser nombrado
Ministro de Educación de Argentina: “De maestro descendí a ministro”.
Hoy y
siempre, mientras viva, recordaré con gratitud a mis virtuosos maestros en todos
los niveles: En Transición, a don Amador Ibarra Huerta (Maestro Amachito), un
gran autodidacta, compositor y músico, que para cada acontecimiento cívico componía en Quechua poemas y canciones: para
el día de la madre “gkamta kuyami mamita
shogkopa llapan fuerzanwan” = te quiero mamita con todas las fuerzas de mi
corazón; para la fiesta patronal el Wagkay condor warakita (*) compañera de mi vida / gkanwanmi mitzikurgka
= contigo pastaba, / ashmallata kuydarishpa = cuidando mis animales, / marka fiesta
kallaptinmi jirka pita bajamurgka = por ser fiesta bajé de las alturas. También
para las fiestas patrias: “Kanano juná" = el día como hoy, "limaj plazachu" = en la
plaza de Lima, don José de San Martín "libertamargkantzi" = nos libertó, "rojchujapuy vidata" = vida como del esclavo), "trokaratziran" = cambió, "librykay
allí vidawan" = con una vida libre y
mejor.
En
Primaria , a mis maestros: Silvino
Agúero Olivas en ler. Y 2do. Años, León Sotelo Agúero en el 6to año, quien en
su debut como docente imprimió una nueva tónica de enseñar también asl aire
libre con una visión más ámplia y útil para la vida como el hecho de enseñarnos
a bailar lo que entonces estaba en boga, la
Raspa Popular.
En
Secundaria, entre otros, especial deferencia al Profesor Lionel Fidel Trujillo
y Arturo Angulo Arana con su didáctica más práctica y convincente.
En mi
formación profesional, donde empecé a gustar de la carrera, mi especial gratitud al
arquetipo de educador Justino Melgar Aliaga, que nos infundió la sensibilidad
social más allá de la labor de tiza-pizarra, para ser un promotor del desarrollo
de la comunidad, afirmando siempre que
“no hay pueblo malo; sino maestro malo”.
En mi
labor profesional, con la mística de “hacer de cada escuela un hogar y de cada
hogar una escuela” que preconizaba la llamada Educación Fundamental tuve suerte
de la compañía, entre otros, de Pompeya Mendoza Benites y su esposa Marina
Reyes como también doña Elena Silva Penadillo, entre los años 1960 y mediados
de 1964, en el Núcleo Escolar Campesino
de Colcas Huari.
En mi
labor fuera de aula, durante veinte años, en el área de la educación de
adultos en la sede central del Ministerio de Educación, no dejé mi función
docente de formular normas curriculares y la tecnología de la educación para
difundir y asesorar su aplicación en los centros educativos de todo el país. Nunca
ambicioné cargo político efímero condicionado a los regímenes políticos de turno y cesé a mi solicitud para dedicarme
a la enseñanza privada, terminando en ella como docente de aula. En mi
permanencia en el Ministerio de
Educación, honro la memoria de mis jefes que apreciaron mi labor profesional,
entre ellos: Alejandro Rivera Ramirez, Lino Velásquez Alcántara, Benjamín
Tamayo Echevarría, Marino Montenegro Castro y
César Antón Moreno.
Ahora los cesantes y jubilados que laboramos
en el mencionado Núcleo, con nuestras esposas constituimos el “Grupo Colcas” =
RECORDANDO EL NÚCLEO ESCOLAR CAMPESINO DE COLCAS (RENECC), desde hace 13 años
compartimos vivencias en almuerzos mensuales en diferentes lugares de Lima,
somos once a saber: Gualberto Espinoza Muñoz y esposa Elsa GarcÍa, Juan Córdova
Espinoza y esposa Magda Llanos, Silvio Huertas Asencios y esposa Dina Zelaya,
Ernesto Espinoza Vigo y esposa Rosa Valencia, Néstor Sotelo Agüero y Pelagio
Díaz Verde y esposa Delina Hidalgo.
Honro
la memoria de maestros de gran sensibilidad social y labor comunal, cuyas obras
testimonian sus virtudes a los que
conocí: Abilio Zorrilla y Javier Chero Beteta, éste último reconocido por la
comunidad de Rapayán que han denominado a su colegio con el nombre de este
educador.
MAESTRO,
vocablo mítico de siete letras que en el contexto católico configuran los siete
sacramentos y las siete palabras de Cristo en la cruz.
“Gloria gloria al maestro de escuela; incansable y tenaz sembrador que en el campo feraz de las almas;
va dejando semillas de amor…”
¡ KAUSACHUN , VIVA EL MAESTRO HOY Y SIEMPRE!
Lima,
06 Julio 2014.
(*) "Wagkay condor waraka", traducimos como "el llanto del cóndor", es una honda multicolor tejido en forma de
rombos, hay otras hondas más sencillas como el PAKI WARAKA Y EL RUYRUY.